la escuela, la comida y nosotros

Mañana es el último día en la escuela para Daniel. El día de antier, Joaquín llegó no golpeado sino madreado de la cara, con un cachete inflamado por una mordida y algunos rasguños en la cara. El problema es que un día antes tuvo un golpe en la frente y la semana pasada uno en la nariz que le dejó un morado.

Fue suficiente, que sea una guardería del imms y que por ello esté super limpia, con un mobiliario excelente para los bebés y con enfermera de planta, no amerita que Joaquín llegue golpeado diario y Daniel ya tenga miedo al cambio de pañal.

Ni todo eso ni que ahí tengan una dieta equilibrada... O bueno.

Lo único que voy a extrañar de esa escuela es que ahí tienen cubierto el aspecto alimenticio porque yo, definitivamente, estoy fisiológicamente impedida para alimentarme bien.

Me explico: Tengo anemia, manchas en la piel del cuerpo por deficiencias de vitaminas y a veces hasta he tenido bajas de potasio y sodio importantes. Nunca, desde que yo recuerde, he podido alimentarme bien, vivo en los límites (exageradamente sano, exageradamente nulo, exageradamente calórico, exageradamente demasiado...)

Ahora sí, como Joaquín ya no va más a la guardería y Daniel se cambia a una donde no ofrecen alimentos, tendré que cambiar mi forma de alimentarme, no es que nunca lo haya intentado, es que nunca he podido tener una forma normal de comer, es un infierno la comida para mí.

Tengo miedo de heredar ésto a mis hijos.